2000 agradecimientos

Dos mil visitantes... Mein Gott! Si cuando empecé a trabar de psicoanalista -en la decada de los ochenta del siglo pasado- alguien me hubiese dicho que acabaría escribiendo en un blog, no le hubiese entendido nada (les confieso que hace dos meses y medio tampoco).
Dos mil visitantes a una media de 7 minutos de permanencia en la página suma mucho: 233 horas. ¿Se han planteado el dinero que le deben a éste psicoanalista? Esto hay que enmendarlo, háganme caso otras 233 horas y las cuentas quedarán paradójicamente saldadas.
El caso, quisiera darles las gracias por haberme visitado, y espero que lo sigan haciendo, aunque de vez en cuando me ponga pesado con Viena. Ustedes entienden, seguro, que no sólo de psicoanálisis vive el hombre.
Un fuerte abrazo a unos, y muchos apapachos a otros.
Servus.

La represión V

Como quiera que tanto la Urszene como la Urphantasie son usados en nuestra teoría como comodines, les recuerdo que en el tema de la represión y sus orígenes el asunto se torna extremadamente serio.
Y es que se trata de establecer una represión originaria constituyente en el inconsciente del sujeto, sin la cual no se podría hablar de “normalidad”.
Por ello este capítulo versa sobre los conceptos mencionados, amén de una Prägung sin la cual lo reprimido se deslizaría hacia el consciente y viceversa, en una suerte de delirio que haría imposible lo establecido en el esquema intersubjetivo de la comunicación.

Oh, Wien, stadt meiner träume!! (Parte X)

En psicoanálisis, le damos al discurso la importancia que realmente merece. Es por ello que, a pesar de la voz del consciente, siempre se oye otra cosa, en otra escena; Y es que Viena, como un paciente más, se debate entre su hoy y un ayer que retorna por reprimido.
Si siguen leyendo entenderán la advertencia que nos permitimos hacer en la entrada de hoy.
Wien, en eslovaco Viedeň, en checo Vídeň, en croata y en serbio Beč, en húngaro Bécs, en esloveno Dunaj, siempre sugiere leyendas y un poder perdido en las tinieblas del tiempo.
Bueno, seamos un tanto pacientes o jamás entenderemos el lema oficial de la ciudad que reza “WIEN IST ANDERS” es decir: Viena es otra cosa. Y, entre otras cosas, vamos a hablar de la planificación de la ciudad.
Bajo el reinado de Francisco José I se decidió la construcción de la Ringstrasse, avenida circular de cuatro kilómetros de longitud que rodea al primer distrito de Viena. En ella se encuentra la mayor concentración de edificaciones monumentales conocidas. Los distritos llamados Bezirke son veintitrés, y siguiendo las manecillas del reloj se distribuyen alrededor del primero.
Créanme, ni siquiera los nombres tienen desperdicio, así que se los presentaré:
El primer distrito de la ciudad es la Innere Stadt. En el mismo se concentra un largo etcétera de palacios y monumentos, difícilmente catalogables (hablaremos del centro más adelante). El segundo distrito -siguiendo un hipotético reloj, a las tres de la tarde- es Leopoldstadt, en el que se concentra la minoría hebrea de la ciudad y el archifamoso parque de recreo del Prater y su noria gigante. En Landstrasser, tercer distrito de la ciudad, nos encontramos con la demarcación oficial, que hace que una línea imaginaria corra por el centro de la calle, de tal manera que divide a Europa occidental de Europa oriental.
En el cuarto distrito o Wieden, lo heterogéneo prima de tal manera que al lado de la iglesia de San Carlos Borromeo se sitúa el museo de historia de la ciudad, que concentra grandes obras y alguna sorpresa más.
Como comprenderá elector, si en cada esquina hay una historia y en cada calle una leyenda, resulta harto difícil poder avanzar si no nos proponemos un alto en el camino.
Y es que el quinto distrito, llamado Margareten, es el que tiene el honor de ser la plaza sobre la que se asienta el palacio Belvedere, uno de los símbolos de la ciudad. El Belvedere se divide en alto y bajo Belvedere, y se concluyó en mil setecientos veinticuatro como residencia de verano para el príncipe Eugenio de Saboya. La excusa fue la victoria sobre los turcos. Hoy en día alberga el museo barroco, el museo medieval y la galería de arte moderno.
El Belvedere por sí solo representa como conjunto monumental, en el centro de la ciudad, uno de los emblemas de la misma existencia de Austria, pues aunque muchos lectores no lo sepan, el país fue ocupado en cuatro sectores, igual que su prima alemana. Viena fue así mismo dividida en cuatro sectores, uno británico, uno estadounidense, uno francés y uno soviético. El centro de la ciudad corrió otra suerte, pues ante la falta de entendimiento de las autoridades vencedoras, las cuatro potencias administraron conjuntamente el primer distrito.
Hoy en día el Belvedere se ha convertido en un emblema de lo austriaco. En 1955 Austria fue liberada de la ocupación, prometiendo -eso sí- no unirse jamás a sus primos alemanes. Dicha simbólica neutralidad acabó el día en el que la república alpina entró en la Unión Europea.
Aún hoy en día resuenan los ecos de aquel 1955 -las palabras del Presidente de la república mas monárquica del mundo- cuando desde el balcón del alto Belvedere lanzó la buena nueva: “Österreich ist frei” (Austria es libre). Y lo es, lo es…
…pero no de su pasado.
Y es que desde las sombras de la ciudad aún se escucha otro discurso, la letanía de una larga noche en la cual, desde otro balcón, ésta vez del Hofburgg, un austriaco de provincias (llamado Adolfo) se atrevió a declarar en su megalomanía la anexión forzosa de la casa Austria.
El próximo día seguiremos hablando de aquella noche de siete años.
Servus.

La represión IV

En este capítulo el lector se encontrará una referencia. Se trata de la que hacemos a la Sra. Anika Riflett-Lemaire, que eligió para su tesis doctoral una sucinta y elegante introducción a la teoría psicoanalítica desde el punto de vista de los conceptos fundamentales trabajados por Lacan.
En lo que a mí corresponde, investigué su trabajo en las referencias que menciona con respecto a la represión. Valiente en su justa medida, denunció lo impropio de las analogías aritméticas para explicar un fenómeno que, como la represión misma, es mucho más complejo de lo que en principio se puede intuir.
Les dejo con el capítulo IV de mi trabajo:

La represión III

“…esta falta de lo verdadero sobre lo verdadero, que necesita todas las caídas que constituyen el metalenguaje en lo que tiene de engañoso y de lógico…”

Así hablaba Lacan, refiriéndose al trabajo sobre la represión del Doctor Freud. En este capítulo les avanzamos términos como representante representativo, representante de la representación y algún otro, que esperemos vengan a clarificar -entre otras cosas- la diferencia entre una represión originaria y una constituyente del sujeto.
Es mi deseo que el escrito les genere dudas, señal sería de que algo entendieron.
Les invito a profundizar en el estudio de este mecanismo y, al final del trabajo, se les subirá la bibliografía utilizada.
Un saludo.

La represión II

Estimados lectores, como podrán ver, en el segundo capítulo de la represión en las neurosis de transferencia, Freud estableció una serie de pasos para explicar someramente el proceso represor.
Digamos pues que hay siete pasos, seis intrínsecos y uno interpretativo que corre a cargo del psicoterapeuta. Pues la significación del síntoma cae del lado del profesional, cuya labor es descubrir el por qué se produjo un malestar con el suficiente quantum de angustia para crear lo que se llama un síntoma.
Pasar no obstante de la concepción simbólica freudiana a la conceptualización lacaniana de corte simbólico-significante exigió a Lacan un gran esfuerzo. Esa es, desde mi punto de vista, una cualidad que da cuenta de la genialidad del autor.

¿Quién teme a Virginia Wolf?

(CARTA ABIERTA A LOS ALUMNOS PRESENCIALES DE TEORIA/CLINICA)

Cuando Gerardo Fernández Santamaría creó el Blog de Psicoanálisis y me invitó a participar en el proyecto, nunca pensé que en el empeño pudiésemos acceder a tanta gente interesada. La primera sorpresa fue comprobar la aceptación que nuestras páginas tenían a lo largo del planeta, la segunda… el escaso eco que parecía despertar en los alumnos didácticos que acuden a nuestras consultas a formación presencial.
Sus eminencias.
Estos eruditos silenciosos descargan los artículos (¡han aprendido!), confiscando la información y llevándola a sus pequeños nidos. Cual urracas -por el simple placer de atesorar, de tener allí donde fracasan en ser- almacenan textos que no leen esperando tiempos mejores.
En fin, dicho ochenta por ciento de didácticos (repetimos, aquellos que conocemos y aquellos que saben que nos referimos a ellos) son referentes perfectos de la literatura de Quevedo: Rinconetes y Cortadillos. En este país, la picaresca siempre ha estado subvertida pero presente.
El blog ha demostrado ser un acierto, a pesar del lastre de esos ustedes (didácticos afásicos, de caras conocidas), que no se han dignado siquiera a depositar el diezmo de un comentario oportuno. ¿Tanto temen la difusión del psicoanálisis?
Y para eliminar el regusto acre de éste que forma a aquellos que no parecen merecerlo, no es mi deseo cerrar esta carta sin felicitar –desde el Círculo Polar Ártico hasta Tierra de fuego- a todos esos lectores que no tenemos el privilegio de saludar personalmente, pero sí a través de un blog que, a diferencia de Sus Mudas Señorías, siembra a todos los vientos.
Gracias de nuevo a unos.
Los otros ya recogerán.

No menos que aquí.




La represión I

Lo prometido es deuda, les dije que subiríamos el primer capítulo de mi estudio sobre la represión. Aquí está.

Iremos entregándoles el trabajo y esperamos que les pueda ser útil de cualquier manera.
En el próximo capítulo, haremos una introducción al concepto de transferencia, desde el punto de vista del Freud de aquél tiempo. Encontrarán en la lectura de este trabajo conceptos como: neurosis actual, neurosis narcisísticas y un largo etcétera.
Por último, el trabajo va dedicado a Viktor Tausk, psicoanalista que murió en 1919, demasiado pronto.

Del despeje de una incógnita

Se me presentó la oportunidad, en los inicios de mi formación, de formar parte de una estructura llamada “cartel” en la corriente lacaniana. En el mismo se suponía que cuatro sujetos realizabamos nuestros trabajos respectivos a nivel teórico, y un quinto elemento -excéntrico a la estructura- realizaba la función de “más uno”; es decir, de coordinador de nuestros trabajos.
Recuerdos, finalmente, pues en las reuniones que manteníamos el único producto que se leía era el estudio del mecanismo en el que yo estaba trabajando.
Confieso que esperaba más, pues no sabía que (al menos en dicho cartel) la función del “más uno” consistía en ser “más uno más-menos la raíz cuadrada de b al cuadrado por cuatro ac partido de dos a, multiplicado todo por cero”.
Confieso que me sentí engañado y humillado, cuando el supuesto “más uno” (que en realidad apuntaba más a cero a la izquierda), me llamó “estupendo ratón de biblioteca”. Finalmente, nunca supe si dicho personaje había leído a Freud.
A Dios gracias elegí bien, y seguí mi formación con el Dr. Joël Dor, del que les hablaré algún día. Se lo debo a él.
Saqué algo positivo del cartel aquel: mi trabajo de campo llamado “el mecanismo de la represión en la formación del síntoma neurótico en las neurosis de transferencia”.
Durante esta semana les iré subiendo por partes el artículo, gracias como siempre a Gerardo Fernández Santamaría que gestiona, ha creado y trabaja el blog; hijo suyo por cierto.
Servus.

Oh, Wien, stadt meiner träume!! (Parte IX)

Querido Augustin. Con esta fotografía de una taberna típica del barrio de la Bluttgasse de Viena les dejé en la última entrega.
"Oh, du lieber Augustin" es una canción popular vienesa. En 1679 la peste bubónica se convirtió en epidemia en esta ciudad, y Lieber Augustin fue un músico popular callejero -lo que llamamos un Strassemusikant- que, según la leyenda, cayó en una fosa llena de cuerpos de víctimas de apestados por la noche, estando borracho. Augustin no contrae la enfermedad, debido quizás al efecto del alcohol. La historia pervive así como la leyenda en la canción:

Oh, du lieber Augustin, Augustin, Augustin,
Oh, du lieber Augustin, alles ist hin.

Geld ist weg, Mäd'l ist weg,
Alles Hin, Augustin.
O, du lieber Augustin,
Alles ist Hin.
Y un largo etcétera en el que las estrofas vienen a decir que todo se acabó.
Claro está que cuando algo acaba algo empieza, y para dar gracias por el fin de la gran peste, el Kaiser Leopoldo I -papá del archiduque Carlos de España- construyó la Pestsäule, columna de la peste, que corona el centro de una plaza rectangular y emblemática de la ciudad.
El nombre de la plaza es Graben, que viene a ser algo así como "foso". Hoy en día quizás concentre el mayor P.I.B. por habitante de la ciudad y sea una de las zonas más exclusivas de la misma.
Existen hipótesis y teorías de todo tipo sobre la función de este megafalo barroco-rococó (cuyo verdadero nombre es Columna de la peste de la Santísima Trinidad, les ahorro la traducción al alemán). Hay quien dice que, si el mundo es eurocentrista y Austria está en el centro de Europa, Viena es el centro del continente, y el Graben es el centro de la ciudad... por tanto, todo el mundo gira alrededor de la columna de la peste.
En fin, cualquier excusa es buena para enfrentarse a la teoría de Salvador Dalí y usurparle el puesto de centro del universo a la estación de Perpiñán/Perpinyá, verdadera fijación del pintor ampurdanés.
Yo les recomiendo que, aprovechando que por el primer distrito de la ciudad o Innere Stadt todo es peatonal, paseen detenidamente por el Graben, hacia la plazuela de Stock im Eisen, rematando la faena frente a la colorida catedral de Stephansdom.
Pero ¡por Dios!, ¡no crean que todo es antiguo o gagá! Frente a la catedral, y a mayor gloria de Dios, el arquitecto Hans Holbein construyó el mítico edificio Hass Haus, que mira con insolencia al resto monumental.
Y es que el acero y el vidrio le sientan tan bien al primer distrito como un refrigerio al turista sediento.
Por el momento les dejo, he oído que hay una -casi sacrílega- competición de caídas libres con monopatines en la Strudelhofstiege, no me lo pierdo.
Servus.

El puente estructurante

Como bien dice nuestro visitante-amigo Don Enrique Luján, se echa en falta en nuestro Blog pinceladas de clínica. Así es, pero todo tiene una explicación, pues uno de los motivos de nuestras paginas es hacer mas sencilla la lectura de casos. Para ello, es necesario poner sobre el papel los conceptos fundamentales del psicoanálisis. Por lo cual, sin un trabajo previo y no exhaustivo de los principales conceptos, resulta imposible hacer llegar al lector un saber que practicamos en el día a día en nuestras clínicas, al reguardo de la cotidianidad y el esfuerzo que supone un trabajo aceptable. Paciencia ruego pues, la clínica como ejemplo llegará.
Les prometo que no se hará esperar.
Un saludo.

Oh, Wien, stadt meiner träume!! (Parte VIII)

Hoy deseo hablarles de tantas cosas referentes a la ciudad de Viena que, francamente, no sé por dónde empezar.
Quizás sea por el fenómeno de la nostalgia, pero claro, según los filósofos del círculo cultural de la ciudad, la maldita nostalgia es solo una costumbre cultural.
Comenzaré con un pecado vienés reconocido por todos ellos: la pereza, que llega casi a la indolencia -nadie lo niega, pues los vieneses pueden ser cualquier cosa menos hipócritas-. A este tipo de vicio se le denomina “Schlamperei”, y todo el mundo lo practica con alegría.
Edward Crankshaw decía que la Schlamperei, al ser compartida por las clases altas y las bajas, provocaba que las primeras perdieran las batallas y las otras se olvidaran de hacer los recados. Tan cierto debía ser, que el Kaiser Francisco José I se quedó más de una mañana sin sus barritas saladas para el desayuno.
Supongo que les sorprenderá que una ciudad teutona, que ha sido durante seis siglos la capital del Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana, sea tan alemana como azul es el Danubio.
Bien, es otra de las cosas que enamoran, que todo es igual pero diferente, hasta el idioma, pues en Viena -al igual que en todo el espacio lingüístico de dominio alemán-, se entiende, se estudia y se habla oficialmente Hochdeutsch (o alemán normativo), pero existe una particularidad que deben saber.
Los vieneses entre ellos hablan en dialecto vienés. La función del citado dialecto no consiste en hacerse entender, sino en crear barreras contra todo lo exterior. Se desternillarían de risa viendo a un alemán -o austriaco o suizo-, con la carta de menús de un restaurante en la mano, casi tienen la misma dificultad para entenderla que cualquier extranjero, debido al léxico que se gastan los muy gatos (apodo que se da a los vieneses).
Allí donde debería de poner “Tomaten” (que no hace falta que lo traduzca), se encuentra nuestro amigo hambriento con un poético “Paradaiser”; Allá donde albaricoque debería nombrarse como “aprikosen”, se encontrará con un “Marillen”; acuyá donde pone “Kukuruz” en realidad se habla de maíz… y no quiero cansarles.
Cualquier alemán tiene la sensación de estar en tierra extraña, y he de confesarles que siempre me ha divertido ser testigo de estas situaciones.
¡Huy!, les tengo que dejar, debo tomar el tranvía (institución vienesa) pues me dirijo a Michelbauern-Algemeineskrankenhaus, pues me espera en mi café favorito un suculento plato de Tafelspitz. Seguiremos otro día.
PD: en la foto un “Heurigen“, taberna típica donde se degusta el vino nuevo entre los acordes de música Schrammel. Por cierto, si son extranjeros en Austria, vayan a Viena, se sentirán como en casa, pues ser vienés es también una costumbre cultural y un estado de ánimo.

Sobre la represión y sus destinos II

candadoComo comprenderán, el retorno de lo reprimido no es más que la expresión de una operación demasiado inmensa como para poderla explicar en un sólo artículo. De todas formas, el retorno de lo reprimido es importante en tanto en cuanto es el síntoma neurótico por excelencia pues, si la represión tuviera éxito, nunca habría un retorno del material reprimido anteriormente.
Para poder llegar a las conceptualizaciones simbólico-significantes del síntoma, y poder entender por qué Jacques Lacan lo enuncia como lo enuncia, hay que hacer primero un largo recorrido.

Oh, Wien, stadt meiner träume!! (Parte VII)

En Viena -como saben- se habla alemán. Normalmente en mi idioma materno se saluda como en todas partes, pero en Austria se usa un socorrido Grüss gott que sirve de la mañana a la noche. En cambio, en la ciudad se usa una única palabra: Servus, con la que quedarán ustedes como Archiduques Imperiales. Así que ya saben: In Wien, Servus.
Los tópicos muchas veces solo sirven para mantener ideas falsas. De hecho, le decía hace poco a una buena amiga (residente en la pequeña ciudad de Cullera-Rivas-vaciamadrid), que ni el río Danubio “pasa” por Viena, ni el croissant -como ya les comenté- es galo, ni el Serenísimo Imperial y Real Palacio de Schoenbrunn es el más grande.
Por partes: el río Danubio, además de ejercer de limes o frontera entre el imperio romano y las tribus bárbaras, ha sido un temible enemigo cada vez que se ha desbordado, barriendo a su paso los distritos centrales de la ciudad. Es por ello que en el último tercio del siglo XIX, se encomendó al arquitecto Otto Wagner la ingente tarea de realizar un canal de desagüe, de modo que se impidiera la inundación de lo que podríamos llamar la zona noble.
Con el tiempo y tras realizar el trabajo, el canal -llamado en la ciudad DonauKanal, o si lo prefieren canal del Danubio-, se ha convertido en una zona de paseo a pie o en barco, que permite al viajero a través del sistema de exclusas “salir” a la navegación por el gran río.
No obstante ustedes se preguntarán, ¿entonces, por dónde transcurre el bello Danubio azul? …Bueno, allí donde termina cuasi-oficialmente la ciudad y a la orilla de la Iglesia de San Francisco de Asís -también llamada del Jubiäum-, comienza lo que se denomina gran Danubio; abierto, cómo no, al tráfico fluvial internacional.
De todas las maneras conviene recordar al lector que en la margen derecha de la ciudad, y por este orden, nos encontramos con el rio Danubio a su derecha y, en un tramo de veintipico kilómetros en paralelo, hallamos el nuevo Danubio. A su derecha, el antiguo Danubio, donde se ubica ONU-City, una de las tres sedes mundiales de la ONU.
Fue en los años setenta del siglo XX cuando se realizó la faraónica obra del nuevo canal de desagüe, creando lo que se ha venido en llamar el nuevo Danubio. En él evidentemente no encontraremos tráfico fluvial, estando solo permitido para el esparcimiento de viandantes y nudistas, pues su creación en paralelo al gran Danubio dió lugar a un tramo de tierra entre los dos ríos que ha formado una isla artificial (isla del Danubio). Los vieneses –tan dados a los apodos- la denominan socarronamente “la isla espagueti”, en clara alusión a su longitud.
Yo, humildemente, les recomiendo que hagan el trayecto o excursión que ofrece la compañía fluvial del Danubio (Donaudampfschiffahrtsgesellschaft, en alemán). Resulta absolutamente deliciosa la experiencia de navegar desde Viena hasta la abadía benedictina de Melk, admirando el gran valle de la Wachau. Quizá los treinta kilómetros más hermosos de Europa.
Durante el viaje, verán el pequeño pueblo de Krikau, el hermoso campanario de Stockerau (a orilla del río), la famosísima villa de Melk y un largo etcétera, incluido el castillo en el que estuvo invitado -a la fuerza- el rey inglés Ricardo corazón de león cuando retornaba de su cruzada a tierra “santa” en lugar de administrar su isla.
Bueno, recordarles que la navegación está cerrada desde noviembre a abril, evidentemente por los hielos que bajan lentamente hacia la lejana Budapest (llamada en Viena Ofen).
Así que ya saben, si visitan Viena en verano, excursión fluvial; si la visitan en invierno disfruten del olor del vino con canela y las castañas calientes (llamadas en la ciudad “marroni” debido al color), así como del mercado navideño frente al ayuntamiento (Christkinderlmarkt), donde encontraran todo lo que se puede colgar de un abeto y muchas cosas más.
Seguiremos en próximas entregas con detalles de la ciudad, pero déjenme decirles que los únicos ríos que atraviesan la misma son el río Wien, que en parte fluye bajo el pavimento hasta que tributa en el canal del Danubio (con una desembocadura en estilo modernista primorosamente realizada), y el río Alser, que da nombre al distrito de Alsergrund (en el que vivió toda su vida un tal doctor Freud).
Les he hablado de las antiguas inundaciones, que afortunadamente ya no tienen lugar pero, eso sí, si alguna vez sus señorías deciden acudir a la ciudad, y leen “Hochwasser”, súbanse rápidamente a la cúpula de San Miguel del Hofburg y esperen a que las aguas vuelvan a su cauce.
Fuera de bromas, sé que mucha gente espera saber de qué color es el Danubio. Les debo una respuesta, así que ahí va. El Danubio, queridos amigos, es marrón como todos los ríos, pero les aseguro que (a diferencia de los otros) se torna azul intenso si se mira con los ojos del corazón.
Hasta pronto. Servus.

P.D.: Les añado al artículo una foto satélite para que distingan la distribución de los distintos “Danubios”.
P.D.: Un saludo cariñoso a Sucro o Cullera.


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Sobre la represión y sus destinos

PoliceSi la represión es uno de los tres pilares fundamentales sobre los que se asienta toda la teoría psicoanalítica, por no hablar ya de la práctica clínica, resultaría chocante (por no decir grave) la escasa cantidad de literatura que existe sobre dicho fenómeno.
En la febril actividad del principiante, dicté en 1992 una ponencia, en la cual, intentando casar a Tirios y Troyanos, me atreví a defender una hipótesis sobre la importancia de una Represión Originaria Constituyente en los sujetos llamados normales. Transcurridos los años, míro sin nostalgia aquellos inicios, pues finalmente hice de la represión mi trabajo de campo, y me atreví a postular que todo aquel psicoanalista que no busca la representaciones que la represión deja en un individuo, jamás podrá llevar a buen puerto el fin de una cura.
Y les recuerdo que la misma no pasa por “des-reprimir” al paciente, si no por reintegrarle en una represión no patógena que no provoque el temido “retorno de lo reprimido”.
Les dejo con la lectura. Un saludo.

Nuevos lugares

Quiero aprovechar esta entrada para dar las gracias a todos los amigos que durante este verano nos han visitado. Debido a la profusión de visitas, os muestro la lista de ciudades y los respectivos países a los que pertenecen. No digo mucho si añado Danke Schön en mi nombre, y gracias en el de Gerardo F. Santamaría por vuestra amabilidad e interés.
Parece, finalmente, que la idea de Gerardo de crear un blog vino “como agua para chocolate”.

  • De CANADA: Clerbook, en Columbia Británica.
  • De ESTADOS UNIDOS: Dayton, en Ohio. Tampa y Talahassee, en Florida. Baltimore, en Maryland. Cambridge, en Massachussets. Lacey, en Washington. San Francisco y Sacramento, en California. New York City. Ferndale, en Michigan y Houston, en Texas.
  • De los ESTADOS UNIDOS MEXICANOS: Aguascalientes, Morelia, Ecatepec de Morelos, León y México DF., Tlaxcala, Zacapú, Cancún, Manzanillo, Zapopan, Chacao, Mérida y Guadalajara.
  • De la REPUBLICA DEL ECUADOR: Guayaquil.
  • De VENEZUELA: Caracas, C.F. y Chacao.
  • De COLOMBIA: Bogotá distrito capital, Cartagena de Indias, Bucaramanga, Medellín, y Cali.
  • De REPUBLICA ARGENTINA: Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Vicente López, Munro, Yerba Buena, Luis Guillón, Córdoba, Gerli, Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata.
  • De CHILE: Santiago de Chile, Quilpué, Puerto Varas, Iquique, Puerto Mont, Concepción, Villa Alemana, y Viña del mar.
  • De PERU: Lima y La Victoria.
  • De HONDURAS: Tegucigalpa.
  • De GUATEMALA: Guatemala.
  • De BRASIL: Rio de Janeiro
  • Del REINO DE SUECIA: Stockholm, Provincia Stockholm y Karlskrona.
  • De DINAMARCA: Skive.
  • De NORUEGA: Oslo.
  • De HUNGRIA: Budapest y Szedeg.
  • De RUMANIA: Oradea.
  • De la REPUBLICA CHECA: Praga, Bohemia.
  • De la REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA: Hannover, Köln, Gmünden y Frankfurt am Mein.
  • Del REINO UNIDO: Londres, Birmingham y WestMidlands.
  • De los PAISES BAJOS: Amsterdam, Holanda Septentrional, Den Horn, Huissen, Utrecht y Arnhem.
  • De BÉLGICA: Leuven/Louvaine, Brabante Flamenco.
  • De ITALIA: L´Alguer, Cerdeña y Chivasso.
  • De la REPUBLICA FRANCESA: St. Ouen, Isla de Francia y Marsella.
  • De ESPAÑA: Barcelona (Capital, Sabadell), Lérida, Gerona (Capital, Olot, Rosas), Castellón (L´Alcora, Onda), València (Capital, Cullera, Beniparrell, Sueca), Alicante (Elda), Murcia, Madrid, Málaga (Capital, Benalmádena, Marbella, Estepona), Sevilla, Huesca (Fraga), Bilbao, Guipuzcua (Urnieta), Santander (Camargo, Castro Urdiales) y Las Palmas de Gran Canaria (San Cristóbal de la laguna).
  • De PORTUGAL: Feira, Lisboa y Espinho.
  • De ARGELIA: Argel/Ledzayer.
  • De TURQUIA: Estambul.
  • De IRAN: Teherán.
  • De ISRAEL: Petah Tiqwa.
  • De JAPON: Tokio.
  • De TAIWAN: Tai-hung y Nei-hu.
  • De la REPÚBLICA INDONESIA: Yakarta, Madium, Jogyakarta y Kediri.
  • De la INDIA: Hyderabad.
Gracias, y seguid ahí.

La clínica en su cotidianidad IX

FamiliaReza la canción: “Nou pometes tè un pomer, de nou una, de nou una”. Y es que la canción tiene razón, de nueve manzanitas que aparecen por consulta, acompañadas por sus respectivos (y preocupadísimos) manzanos, sólo una entabla y finaliza un tratamiento.
Lamentablemente, los psicoanalistas carecen a veces (como fue mi caso) del poder de persuasión necesario. A menudo, es sobre los progenitores que la espada de Damocles apunta, pues la ecuación siempre sigue siendo de resolución sencilla: o curación del niño, o perpetuación del lugar fálico que éste ocupa en el fantasma de los padres.
Si el caso les interesa (y no se verá en las visitas sino en los comentarios), pónganse en contacto con Gerardo solicitándole que les envíe por mail los dibujos relacionados.