La clínica en su cotidianidad III

Comprometidos como estamos a subir a la red apuntes de casos clínicos, hoy os presento el caso de una entrevista en la que quedó claro, desde el primer momento, quién no debía acudir a tratamiento.
Un saludo, y espero que dentro de poco volvamos a comunicarnos a través de estas páginas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el blog. Cuando te sientas en la silla de la clínica por primera vez no puedes ni imaginar la distancia que vas a recorrer. Gracias por acercarnos al psicoanálisis de una forma tan amena y por abrir ventanas donde no vemos puertas.
Yolanda Jiménez

Anónimo dijo...

Para el que le pueda servir:
Como dice Jorge Bucay, en uno de sus cuentos:
El, siempre se hacia una pregunta. ¿Por qué un elefante tan grande está atado a una estaca tan pequeña y no escapa?.
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento estiró empujo y trato de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Maginé que se dormía agotado y día tras día lo volvía a intentar. Hasta que, un día desistió y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede.
Tiene grabado, el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que gamas intento volver a poner a prueba su fuerza.
Todos somos un poco, como elefantes del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad, pensamos que no podemos hacer un montón de cosas, simplemente porque una vez, cuando éramos pequeños lo intentamos y no lo conseguimos.
Un saludo, Luis Utiel Moreno.

Anónimo dijo...

Querido Luis:
si estirem tots ella caurá i molt de temps no pot durar, segur que tomba , tomba, tomba i ens podrem alliberar.
gracies per la propaganda a bucay

Anónimo dijo...

me horroriza tanta estaca, seguro que ningún rumano se sentirá comodo con la colección de estacas de Bucay.Prefiero transilvania a un cuentacuentos.

Anónimo dijo...

Bucay ¿psicoanalista?

desde lerida , angel