Introducción a la obra de Lacan (III)

Ferdinand de Saussure, a través de esta obra, es el primero que enfoca el problema del significar en el terreno concreto de la Lengua, y no ya en el abstracto de la lógica. Completa su concepto de la lengua-sistema, con una visión personal de las relaciones entre la palabra y el pensamiento, y entre la materia acústica y los sonidos lingüísticos.

Sólo los signos lingüísticos, ante esa masa amorfa que es nuestro pensamiento, nos hacen distinguir dos ideas de manera clara y constante. La sustancia fónica tampoco es en sí más que una uniforme materia plástica, que sólo gracias a la lengua se divide a su vez en partes distintas para pronunciar los significantes que el pensamiento necesita.

Una de las características de la mentalidad de Saussure es que cada distinción y cada delimitación de hechos está ya como encarnada en sus exigencias metodológicas, de modo que sus doctrinas han nacido más de las necesidades técnicas de la investigación que de la contemplación filosófica del objeto. En rasgos generales, la materia y tarea de la lingüística es hacer la descripción y la historia de todas las lenguas de que puede ocuparse, lo cual equivale a un desarrollo histórico de las familias de lenguas; buscar las fuerzas que intervienen de manera permanente y universal en todas las lenguas y sacar conclusiones generales de los fenómenos particulares de la historia; definir y concretar sus relaciones en otras ciencias: etnografía, antropología, lingüística, etcétera.

Ferdinand de Saussure nos explica el fenómeno de la comunicación intersujetiva, nos dice: el punto de partida del circuito está en el cerebro de uno de los sujetos (A), donde los hechos de conciencia que llamaremos conceptos, se hallan asociados con las representaciones de los signos lingüísticos o imágenes acústicas, que sirven a su expresión.

Cuando un concepto dado desencadena una imagen acústica en el cerebro, este fenómeno es totalmente psíquico, el cual va seguido de un proceso fisiológico, en el que el cerebro transmite a los órganos de fonación un impulso correlativo a la imagen, a continuación, dichas ondas sonoras se trasmiten al oído de (B), proceso puramente físico.

Repitiéndose dicho circuito en orden inverso, o sea en (B), desde su oído a su cerebro, transmisión fisiológica de la imagen acústica, y ya en el cerebro la asociación psíquica de esta imagen con el concepto correspondiente.

Es lo que veremos en el grafo del deseo como molino de palabras. Tomados estos ejemplos como introducción, abordaremos el asunto de dicho trabajo, cuyo fin es el estudio del signo lingüístico.

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